miércoles, 28 de septiembre de 2016

Mi abuela me dice culiseco.



El día de hoy fui a visitar a mi abuela a su casa, cuando llegué lo primero que me dijo fue:

-Que ojeroso, que culiseco. Siéntate a desayunar.

Un plato de frijoles refritos de esos que llevan manteca de cerdo y un chilito de árbol, con tortilla recién hecha y una tacita de café de olla, comida de abuela pues, de la que tiene un chingo de calorías y el doble de amor.


-Cometelo todo. A la vuelta hay una llantera, vamos a que te pongan 50 pesos de aire, a ver si así te crecen las nalgas.

Pensé que las nalgas jamas me crecerán aunque me inyecten aire, también pensé que mi abuela se preocupaba de más por mi aparente "delgadez" yo hasta gordito me siento. A la hora de la comida, 2 tostadas de frijoles con queso y carnitas, una torta ahogada y 4 tacos de papa, yo sólo me comí una tostada y la torta.

-Por eso estas tan flaco, no comes bien, desde que ya no vives con tu mamá has de comer pura soya (al parecer mi abuela es vidente) mírame a mi, toda goda y así me quiero morir, me quiero morir bien gordota para no caber en el cajón y para que los gusanos no se den abasto y digan "a esta nunca no la vamos a acabar" así toda gorda y feliz, porque no hay personas felices flacas, porque los flacos no comen y andan todos ojerosos como tú.

Cuando me iba saco un billete de 50 pesos, me lo puso en el pantalón y me dijo.

-Ahorita que pases por una panadería te compras un panecito y te lo comes, para que se te inflen esos cachetes y ya sonrías y te pongas feliz, te lo comes con un cuartito de leche y te acuestas a dormir.

Ciertamente no tomo leche, pero aquí me tiene usted, comiéndome un cuernito relleno de chocolate y sonriendo más de lo común mientras pienso: Ojala mi abuela no se muera nunca.

No hay comentarios: