martes, 7 de junio de 2016

El amor es un estanque.

Intentare plasmar en este texto ese sentimiento que me carcome desde hace días, semanas, meses... intentare explicarte porque rompimos y más que eso, intentaré explicarte porque a pesar de que te amo y me amas, ya no podemos estar juntos.

Comenzaré diciendo que el amor no lo es todo y eso lo sabemos tú y yo, el amor es solo una parte de una inmensidad de cosas que nos hacían estar juntos, que nos hacían querer vernos, abrazarnos y besarnos todos los días y de verdad mi amor, de verdad, no creo que el amor se haya desgastado, al contrario, creo que creció tanto que entonces se volvió lo único que nos mantenía juntos.

Hago un paréntesis para decirte que en estos momentos las lagrimas caen por mis mejillas y no es de tristeza, de verdad que no mi amor, es una especie de decepción, una que va ligada a mi, porque si, creo que lo nuestro fracasó, y odio fracasar ¿Sabes que es lo peor? que el fracaso fue por amarte tanto, por dejar de quererte y comenzar a amarte.

Mucho se ha dicho que el querer es inferior que el amor, que vale menos y que es más fácil, si te soy sincero yo hubiera querido quererte, así aunque suene redundante y gramaticalmente incorrecto "querido quererte" siempre, y hubiera querido que tu me quisieras siempre. Nuestro error mi amor, fue amarnos.

El día que decidimos transitar del querer al amar ese día lapidamos nuestro futuro juntos, y es que cuando uno quiere y lo quieren, uno aspira a amar y ser amado y pone empeño y lucha por que eso suceda y uno dice que cuando se llega al amor ya solo se trata de mantener, pero tú y yo, tú y yo mi amor, no nacimos para mantener, somos transitorios, nómadas, no no gusta quedarnos y cometimos el error de estancarnos en el amor, nuestro querer era búsqueda, era necesidad de estar presente, nuestro amar quedó carente de todo eso.

El día que me amaste dejaste de decirme guapo defendiendo que esas cosas no te interesan, el día que me amaste dejaste de contarme tus días, tus problemas y tus ganas de hacer cosas, suponiendo que por amarte yo debía saber eso, el día que me amaste ya no te importo conocerme más ni dejaste que yo te conociera a ti y no te culpo sólo a ti, a mi me paso exactamente lo mismo, me estanque en el amor.

Hoy nos veo, y tú y yo sabemos que ya no es lo mismo, que ya no luchas por amarme porque ya me amas demasiado y yo no lucho por amarte porque ya no puedo más y por fin comprendí que prefiero que me ames como un mortal a que me ames con todo el amor del universo, porque así, así mi amor, ya no hay nada a que aspirar.

Y si mi amor... por eso rompimos.


lunes, 6 de junio de 2016

Antes de enamorarse lea el siguiente manual.

Motivos por los cuales uno se debe exorcizarse del Dios de las abejas para sacárselo del alma.


1.- Provoca insomnio: Manda a su ejercito a las 3 de la madrugada con la única finalidad de que pienses en él, como si no le fueran suficientes las horas en las que uno está despierto. 

2.-Los ataques de ansiedad: Y es que con el no sé sabe, de repente parece que si y luego dice que no y luego te abraza como si quisiera romperte los miedos aunque en el fondo te esta provocando más.

3.- El miedo: A perderle, a que se aleje, a que no lo vuelvas a ver o peor aún, a verlo mucho tiempo, tanto que termine por matarte (porque el Dios de las abejas pica con los ojos) o el miedo más grande... a que él te olvide primero. 

4.- El doble discurso: Uno tiene que andar pronunciando cada cierto tiempo una blasfemia o una grosería sobre él, sobre su trabajo o sobre cualquier otra cosa relacionada a la colmena, ya que no se puede andar por el mundo pregonando amor a un Dios cuando uno mismo se ha declarado ateo. 

5.- La mala educación: Por lo ya antes dicho, "Es de mala educación enamorarse sólo".

6.- La lujuria: Porque seamos sinceros, también despierta nuestro lado más sexual, uno quiere pararse frente a él y hacerle el amor de la manera más sublime, digna de los Dioses. 

7.- El efecto vértigo: Cuando crees que ya vas de subida, cuando incluso comienzas a encontrarle defectos, "que si ya no es tan divino", "que si no es tan bondadoso", "que si parece más demonio que Dios", y entonces lo miras a los ojos y decides lanzarte otra ves, clavarte en ellos para ver si en esta ocasión alcanzas a tocarle un poquito el alma.

8.-  La estupidez: Te paraliza, así nomas, te paraliza,  basta con verlo para que las piernas no funcionen, el corazón se acelere, te duela la cabeza, la lengua se trabe, te tiemblen las manos, el abdomen se apriete, la pupila se dilate, la respiración se agite, la piel se erice, la garganta se sequé, loa hombros caigan y el amor te brote. 

9.- El suicidio: Porque verle, escucharle, abrazarle, besarle es matarte a ti mismo, una y otra y otra vez. 

10.- La reencarnación: Después del punto anterior, basta que te mire para que vuelvas a la vida. 

11.- La duda: Cuando te sonríe no sabes si te acomoda la vida o te quiere destruir el universo. 

12.- Lo Políticamente correcto: Cuando te pregunta "¿Cómo estas?" y se te atora en la garganta un "Enamorado de ti" que no le puedes decir y terminas diciendo "Bien ¿Y Tú?

13.- Por tu pura salud mental y emocional. 

jueves, 2 de junio de 2016

Mamá, en la madrugada me despiertan las abejas...

Bueno...

Mamá, perdón por llamarte a esta hora pero no sabia a quien más acudir, tengo un problema que no sé muy bien con quien tratar y me parece que tú eres la mejor opción... veras, no sé si lo que me pasa es algo esotérico, natural o religioso y como a ti te da igual rezar en la noche, leer el horóscopo en la tarde y darte bañitos de sol en la mañana pues por eso te llamé.

Hay un enjambre de abejas que me despiertan en la madrugada.

Si, ya sé que suena bien estúpido y seguro pensaras que me he estado drogando, pero no, de verdad, tengo ya casi 2 años sin consumir y tu lo sabes, pues a ti no te guardo secretos.

Todo comenzó el lunes pasado, hice mi día normal y todas esas cosas, tal vez hubo un acontecimiento fuera de lo común pero no me parece que en general haya cambiado la rutina, a partir de esa noche me he estado despertando todos los días entre las 3:00 y las 3:10 de la mañana, me despierto de repente, ni siquiera es de una forma paulatina o somnolienta, no, abro los ojos de golpe tomo el celular y me doy cuenta de la hora. El primer día quise echarle la culpa al trabajo o al estrés, pero la realidad es que he tenido etapas con mucho mayor carga laboral que esta y pues bueno, nunca me había pasado, la segunda noche creí que era cuestión de calor, pero no, en realidad hasta tenia frió, después pensé que era porque duermo solo y hacia mucho tiempo que no compartía la cama, pero ayer que dormí con alguien, fue lo mismo, desperté de madrugada.

Lo realmente sorprendente mamá, antes de despertar, un enjambre de abejas entra por mi ventana y se pone a zumbarme en los oídos, de verdad,  y ya sé lo que estas pensando mamá, pero no, no es un mosquito, osea se identificar el zumbido de un mosquito porque en mi casa hay varios sobre todo con este clima y los tengo perfectamente identificados ademas el sonido es de varios, de aproximadamente unos cientos de miles de alitas batiendo al unisono, otra cosa,  al lado de mi cama hay una plaquita de esas azules que me salva de amanecer todo picoteado, así que no mamá, no son mosquitos, son abejas, de verdad, un enjambre, se encargan de entrar a las 3:00 de la mañana a mi casa para robarme el sueño, me quitan las ganas de dormir, hacen que me despierte con la sensación de que tengo algo pendiente y lo peor de todo es que no sé que es y ahí me tienes pensando a las 3 de la mañana ¿Que será eso que este montón de abejas quiere decirme? paso cerca de una hora, a veces 2, intentando llegar a una conclusión y nada mamá, de verdad nada,  y esto ya se esta volviendo alarmante porque al abrir los ojos a las 3 de la mañana me despierto con dolor de cabeza y mareos y no mamá no estoy embarazado en primera porque soy hombre, en segunda porque soy activo, en tercera porque hace un chingo que no tengo sexo y tú lo sabes porque últimamente ando más sensible que de costumbre.

En fin, estas abejas me están robando el sueño mamá, me roban las fuerzas y hasta las ganas, no sé a que vienen, ni siquiera tengo miel en el cuarto, es más ni siquiera halls de miel,  lo peor es que no podría asegurar que son abejas, tal vez son avispas o libélulas, en una de esas son las mariposas que antes tenia en la panza y que no supe mantener ahí.

Creo que ya me voy a morir mamá, sino como explicas todo esto, como explicas lo inexplicable, y no mamá, me niego a aceptar que me estoy volviendo loco, un día quédate a dormir conmigo y escuchalas, se escucha como se cuelan por la ventana, vuelan hasta mi oído y me repiten una y otra vez su nombre, tanto que hacen que me despierte, pero son muy listas las hijas de puta, cuando ven que ya estoy despertando se van y me dejan así, a media noche, sentado en la cama pensando en él y en su incapacidad de amarme, y se van con todas mis preguntas, pero no me dejan ninguna respuesta y entonces hacen que me sienta perdido y que no sepa hacia donde moverme y si mamá, también se llevan mi sueño.

(Pausa larga, silenciosa y reflexiva).

Creo que debí comenzar por contarte que el lunes vi al Dios de las abejas... si mamá... ese Dios del que ya había escrito antes... ese que tiene ojos de miel y piel de colmena... y que también tiene veneno y aguijón.

Sabes que mamá... olvídalo, ya sé que me pasa, me volvió a picar, si, el Dios de las abejas me volvió a picar y yo soy tan débil y tan, pero tan tonto que no puse resistencia y sé que es un Dios porque no tuvo necesidad de picarme con el aguijón, lo hizo con sus ojos y su sonrisa que envenena y estas son las consecuencias mamá, como ya estoy envenenado de él, ahora su ejercito me castiga por las noches robándome los sueños y recordándome cada madrugada que me sigo enamorando sólo...

Mamá...


*El numero telcel que usted marcó, no está disponible o se encuentra fuera del área de servicio.