miércoles, 30 de enero de 2013

Capricornio

No sé si estoy demasiado inspirado
demasiado dolido,
demasiado cansado,
demasiado estresado,
demasiado angustiado,
demasiado enamorado,
o demasiado imbécil como para volverte a dedicar un texto.

Pero eme aquí, acudiendo a viejas cartas y a viejas canciones para poder conectarme con lo mas recóndito de tu recuerdo que hoy mas que nunca vuelve a flotar cual mierda en río.

Me sorprende la capacidad que tienes (tengo) para adueñarte (darte) de mis pensamientos.
Siendo capricornio tuviste la capacidad de sacarme de las peores crisis, me sacaste de un igual tuyo, de libra, de acuario, de piscis y ahora de leo.

No es malo que llegues como el super héroe que siempre pido a las 11:11, a las estrellas fugaces, a los tréboles de 4 hojas, a los años nuevos, a las velitas del pastel, a las pestañas caídas, a los santos, a Dios y a la vida; Pero eres tan hijo de puta que dejare de creer en todo esto cuando te vuelvas a ir.

Asi como tienes la capacidad de llegar cuando mas te necesito deberías tener la capacidad de notar cuando ya me están creciendo alas y en ese momento cortarlas a mordidas, si a mordidas, de la manera más salvaje y brutal y al mismo tiempo la más intima y más nuestra, pues no hay mas daño que se pueda hacer que el que aun no nos hacemos.

Es fácil echarte de menos, pero es mas fácil culpar a la luna de lo que me ocurre.
Sé que el cuento se volverá a acabar, y cuando este curado de leo te volverás a ir y volveré a emprender la búsqueda por ese signo que me complemente, esperando que al fallar te me aparezcas una vez mas.

Capricornio, hermoso capricornio, amado capricornio, mi vida capricornio, verde capricornio, maldito capricornio y escurridizo capricornio hoy te vuelvo a dedicar un puto texto y hoy te vuelvo a llorar. Por sexta ocasión tengo que aprender a echar de mas lo que ahora echo de menos.

No hay comentarios: