Hacía ya tres años que no se sentía provocado de esa manera, hacia ya tres años que su cerebro no explotaba como una bomba de relojería, que su corazón no se aceleraba como un coche en las 24 horas de Daytona, que su estomago no sentía la fuerza de gravedad de la que habla Newton y sus manzanas.
Hacía ya tres años que la tumba que el mismo le haba inventado estaba cerrada, una tumba falsa que lo único que contenía eran recuerdos borrosos de un pasado sin nombre y miles de fotografías sin rostro.
Hacía ya tres años que la cruel memoria le ponía el pie de vez en cuando y la melancolía lo acompañaba en la caída de esas noches de insomnio que precisamente comenzaron tres años atras.
Hacía ya tres años que sus miradas no se cruzaban, una cita con el destino estaba pactada, sin esperar nada, solo sacar lo que ya hace tiempo estaba guardado y que pronto volvería a brillar con la luz de la luna, de la luna de noviembre.
"Tres años antes de este ahora sin edad, aun sigue el monstruo y aun no hay paz"
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