lunes, 19 de diciembre de 2016

Él sólo quiere cosquillitas en la espalda.

...Y un buen día él se atrevió a salir de noche con todo y su nictofobia, camino un rato hasta una plaza conocida y se atrevió a entrar al cine, solo, como hacia mucho no lo hacia y termino por ver una de esas películas navideñas que son bonitas y llenas de una cuestión tan metafísica que terminan por convertirse en un cuento de hadas.

Él salio del cine con una sensación rara, no sabia si era provocada por la película o por lo que pensaba mientras la veía, porque él estaba ahí sentado en el K15, mirando sin mirar, pensando... y pensaba en lo único en lo que él sabe pensar... en el amor.

Se cuestionaba a si mismo sobre su incapacidad de escribir sobre otras cosas que no fueran "el amor" se cuestionaba el porque él no podría escribir una historia como la de la película y cuando caminaba de regreso a casa pensó que él escribe de amor porque no lo entiende.

Él sólo escribe sobre lo que no entiende, escribe sobre su familia, sobre el universo, escribe sobre Dioses y sobre demonios y por supuesto escribe sobre amor. Intentó escribir sobre sexo pero de alguna manera él lo entiende a la perfección y cuando creía que estaba siendo erótico sólo estaba siendo pornograficamente romántico.

Él no entiende de amor, pero se hace hipótesis; piensa por ejemplo que el amor esta en todas partes, que el amor esta en el momento en el que decidimos iniciar una relación y también cuando decidimos terminarla, piensa que no hay acto de amor más grande que dejar ir a alguien y entonces recuerda todas esas veces en que lo dejaron ir a él y entiende que eso también fue un acto de amor, porque soltar es amarse a si mismo y amar al otro sabiendo que se encontrara algo mejor que uno mismo. Soltar es entender que uno llegó a su punto máximo de amor y que eso ya no va a crecer, que es mejor dejarlo y encontrar una nueva sensación, una nueva textura, una nueva manera de amar. Piensa que el amor es tan complejo y tan completo que nunca se presenta de la misma manera, piensa que el amor es buscar y también encontrar, piensa que el amor no es cruel, pero a veces necesitamos ser crueles para reconocerlo.

Él piensa que el amor no es emocionante, sino que provoca sueño y piensa esto porque recuerda cuando era bebé, él sólo podía dormir si su madre le hacia cosquillitas en la espalda porque entonces él se sentía seguro, sentía tanto amor detrás de él, que podía dormir sabiendo que al día siguiente todo estaría bien y entonces piensa que el amor no te quita el sueño, ni te acelera el corazón, ni te produce insomnio o mariposas en la panza; el amor te calma, el amor te da paz; el amor te hace dormir sabiendo que el día de mañana todo estará bien... entonces él recuerda que siempre antes de dormir le pide a sus amantes que le acaricien la espalda, y si ellos no son capaces de darle paz con el roce de los dedos entonces no serán los indicados a su amor... pero después piensa que el amor es tan extraño que tal vez en esta ocasión se presentará de otra forma y entonces se aventura y se desvela y se permite caer en el caos de otros ojos, de otra piel; y se permite acomodarle la vida a los demás mientras la de él es un torbellino. Y entonces juega a ser el príncipe azul, el que puede con todo, el que defiende, el que proteje, el que cuida... y entonces los abraza por la espalda y les da besos en el cuello aunque en realidad, él,  lo único que quiere es darse la vuelta y que alguien le haga cosquillitas en la espalda.

Él no entiende de amor y por eso intenta descifrarlo en textos, y de alguna manera el no quiere entenderlo porque de ser así ya no podría escribir...

Él cree que el amor puede estar en todos lados y en todas las cosas, él cree que el amor es inherente a la vida porque todos los actos que uno hace, los hace por amor, ya sea por amor propio o por amor a alguien más y él incluso piensa que los actos terribles, en el fondo, están sustentados por un grado de amor.

Él no sabe si escribe de amor porque tiene tanto que necesita soltarlo en textos... o porque ya le queda tan poco... que lo invoca en letras.

Él piensa, que no sabe que día ni en que momento, cuando descubra lo que es y para que sirve el amor, seguramente sentirá que alguien le hace cosquillitas en la espalda... y por supuesto, como es su costumbre... seguramente se pondrá a llorar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ENCANTÓ!

Anónimo dijo...

En este mundo todos creemos que sabemos de amor, al paso del tiempo solo veo que no sabemos nada.