miércoles, 24 de abril de 2013

De tiempos perdidos y otra mala educación.

El tiempo es lo mas valioso que tiene una persona.
Puedo perder la cabeza, la razón y el corazón por alguien, pero no perder el tiempo, lamentablemente cuando se es ingenuo (no, ingenuo no, imbécil) cuando se es imbécil uno es capaz de perder lo mas preciado que tiene aun a sabiendas de que el tiempo no vuelve y que nada va a cambiar mientras se éste esperando.


Las cinco, tomaré mi lugar aquí en esta silla, no puedo creer que por fin veré pasar las cinco de la tarde y aquí estoy, sentado ¿Feliz? No lo sé pero cuando menos en paz. El mundo es una mierda sabes ¿Por qué nunca había estado sentado en esta silla? ¿Por qué nunca antes había vivido las cinco de la tarde? ¿Por qué nunca me hice cuestionamientos tan profundos?  ¡El mundo me ha estado saboteando! Seguramente mi miserable reloj nunca daba las cinco, pasaba de las cuatro a las seis, y eso quiere decir que diariamente desde que me concibieron como un pedazo de carne capaz de odiar me han estado robando una hora, en mi cara, en mis narices se llevaban mi tiempo y yo como estúpido sonreía y me cruzaba de brazos ¿Y Dios? ¿Donde estaba el poderoso Dios mientras el genero humano me despojaba de algo tan importante como mi tiempo?
Tengo ganas de odiar ¿Cómo es posible que no me haya dado cuenta? Entraban en mi vida sin el menor respeto quitándome minuto a minuto hasta dejarme sin tiempo.



Tiempo perdido. 

Todo un tiempo indefinido dedicado a luchar para que al final venga  a ser sustituido por un amor que ya no existe, eso significa que yo no hago falta, me dejó ir, así, sin mas. Dejado por un amor platónico inexistente, alguien que no ha estado ni un sólo minuto con él. Es insultante. Siempre he creído que es de mala educación enamorarse solo y si... vuelvo a ser un maleducado. 


Inspirado en "Las tremendas aventuras de la capitana Gazpacho" de Gerardo Mancebo del Castillo. 

No hay comentarios: