jueves, 28 de marzo de 2013

Tu nombre lleva tilde.

Cada individuo en su individualidad decide de que manera hacer notar una idea, una palabra o un pensamiento, se trata de darle énfasis a las cosas, "las comillas" ¡Los signos de admiración! Las cursivas, las negritas, el subrayado, el tachado, el aumento de tamaño o disminución de la letra puede provocar énfasis en algo.

EL SUBIR LA VOZ, se-pa-rar-por-si-la-bas-las-pa-la-bras, aaalaaargaaar laaas vooocaaaleees o susurrar también puede funcionar.

Yo quiero gritar y gritar  ponerle énfasis a todas las palabras que salgan de mi boca:
Intentaré mostrarte que lo mio es real,  intentaré ilustrarte que quiero arriesgarme a conocerte porque mi miedo al fin calló, al fin cedió.
Y si alguna vez resulta que mis gritos te aturden, pues que bajen tus labios a callarme.

Me gusta decir tu nombre con acento en la silaba tónica y escribirlo con tilde, no porque sea un fanático de la ortografía sí no porque es mi manera de acentuar y destacar, lo importante de ese nombre.
Me eh encontrado en tu primer nombre, justo al centro,  entre la inicial de tu segundo nombre y la inicial de tu apellido. De esta manera se forma tu tan especial "primer nombre."

¿Cómo no enamorarme de él? Dé como se mira y dé como se oye. 


He formado una alegoría con tu nombre: "¡Quiero verme de repente rodeado de ti!" 

Tu nombre puede resultar común para la mayoría, pero se ha vuelto único para mi, único porque me he encontrado a mi mismo ahí, justo en medio.

1 comentario:

nalleli sánchez dijo...

en el nombre del otro se encuentra el tuyo siempre :)