viernes, 1 de enero de 2016

Tablas dijo el Carpintero (La historia de la abuela)

"Tablas dijo el carpintero" eso fue lo que mi abuela Juana (la materna) le dijo a mi abuela Rosalia (la paterna) en la boda de mis padres.

31 de diciembre:
Toca pasarlo en casa de Rosalia, la familia reunida, hijos, nietos y ya bisnietos, alcohol, cigarrillos, los primos más grandes hablamos de trivialidades y los tíos recuerdan viejos tiempos con las películas de las vacaciones familiares 95 y 98, mi abuela toda ataviada de blanco incluido su cabello me abraza y me dice "Me hace muy feliz que vengas a verme, ven más seguido, tu sabes que te quiero mucho" un poco de culpa me sube por las piernas y es que básicamente la veo cada año, le prometo que iré pronto y me da la bendición (no es necesario que ella se entere de que no creo en Dios.

1 de enero:
Visitar a Juana, familia reunida, hijos, nietos y hasta bisnietos, no alcohol, no cigarrillos, los primos más grandes... no tengo primos mas grandes de este lado, soy el nieto mayor, el primero, mi abuela toda ataviada de negro incluido su cabello me abraza, me jala el pelo, me hace cosquillas, bromea conmigo - cada día estás más culiseco -me dice, - Y ahora esa linea en el brazo - refiriéndose a mi nuevo tatuaje - Ya pareces preso, le voy a decir a tu mamá que ya no te deje hacerte esas cosas- Abuelita no he desayunado- le contesto para bajar su tensión, siempre funciona - Ándale siéntate te voy a servir - y me sirve un tamal rojo y uno verde, atole, café y una rebanada de chocoflan, pienso que la comida de Juana es la gloria.

Mi madre discute con su hermana y Juana me pregunta -¿Cómo esta tu abuela Rosalia?- viejita le contesto- me da un coscorron,
- Si ella está viejita yo también
- Pues si estas
Otro coscorron con jalón de cabello y meneado de cabeza incluido -Diablo de pendejo siguele y te voy a meter unas nalgadas, no me importa que ya estés bien grande- se le arrasan los ojos, disimula, se me arrasan los míos, no disimulo.

-Cuando estabas bien chiquito eras bien llorón (pienso que todavia lo soy) yo te cargaba en la noche para que te tranquilizaras, pero nada, pareciera que le tenias miedo a la luna (supongo que desde ahí viene mi nictofobia) una vez tu papá se levanto bien enojado y te metió 3 nalgadas, le deje de hablar una semana ¿Porque le pega a mi niño? le dije, pegandole no va a dejar de llorar. Le dije sus verdades a tu padre, ya sabes como soy.
Poquito después de que naciste se fueron a vivir con tu otra abuela, yo no quería pero mi hija ya tenia marido ¿Qué hacia yo? te me quitaron y se fueron allá donde trataban a Frida (esta es mi mamá) como criada, yo me enoje mucho, de por si nunca nos quisimos tu abuela y yo.
Cuando vino a pedir la mano de Frida me decía, usted tiene una hija muy buena, muy bien educada y que yo le contesto, "Ya sé bien como es mi hija, yo la parí, mejor hableme de su hijo, que ese si no salio de mi".

El día de la boda de tu madre, se para tu abuela Rosalia en medio del baile y grita "Comadre, vengase a bailar conmigo la de la palma (una canción de Antonio Aguilar) porque usted sabe que yo la quiero mucho y la respeto mucho, en ese momento que me paro y que le digo comadre, claro que bailo la palma con usted, pero acuérdese "Tablas dijo el carpintero" como yo le caigo, usted me cae, lo que usted me desea, yo se lo deseo a usted, así que mejor vamonos cayendo bien, después volteé con la banda y les dije orale pues, pónganse a tocar la palma, y ahí nos tienes a las dos baile y baile y haciendo chile con la cola las dos, pero ya que hacíamos, tu madre ya se había casado con Alfredo (este es mi papá).

Le pregunté a Juana si nunca había querido a Rosalia, me dijo que no tiene que quererla, que no es de su familia,
- A tú papá si lo quise pero luego salio con sus chingaderas, tu de seguro has de querer más a Rosalia.
-Así como soy Reyes soy Jiménez  y a las dos las quiero igual
-Haces bien, tu fuiste el que nos unió.

En ese momento me di cuenta de que soy un eslabón en la cadena de dos familias, no el único pero si el primero, me di cuenta de que antes de mi, Juana y Rosalia, las matriarcas de la familia estaban separadas y yo soy ese punto donde su amor converge, yo tengo en mi el amor de una y el de la otra y supongo que en ese punto... es donde estalla el universo.

Ven a visitarme más seguido, vienes una chingada vez al año -Me dice Juana- Te prometo que si voy a venir más seguido- le contesto - También visita más seguido a Rosalia, porque seguramente también la tienes bien abandonada, y nosotros no tenemos la culpa de que ya no podamos abrazarte cuando le llores a la luna.

Mis ojos se llenaron de lagrimas (justo como ahorita) y en un estado entre melancólico-feliz-burlesco-triste Juana me grita "Ay Óscar, tu siempre has sido un chillón".

1 comentario:

Rodrigo dijo...

Pues sí, confieso que me he convertido en tu lector cotidiano.

Que sea un buen año.